Siento como si desde dentro algo absorbiera mi pecho apretándolo muy fuerte hacia adentro. Me quedo bloqueado, no sé qué hacer.
En otras ocasiones uno sabe lo que necesita para calmar sus ansias, pero esto no es ansia, es ansiedad. Duele.
Empieza a afectar a la cabeza, y los ojos se aprietan como si necesitaran llorar. Pero no salen lágrimas, es como escurrir una esponja seca. Por costumbre intuímos que goteará, pero como no gotea, frustra, haces fuerzas para provocarlo pero es imposible. (...)
Lo que se encuentra uno por ahí en unos *.txt perdidos...
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